POR QUÉ HAY QUE ELIMINAR LOS PERIODOS DE ESPERA Y LAS BAJAS LABORALES LIMITADAS

Todxs sabemos porqué los periodos de espera—la cantidad arbitraria de tiempo que el gobierno hace esperar a alguien entre su cita de asesoramiento para el aborto y el momento de recibirlo— son perjudiciales para las personas que desean abortar y deberían abolirse. Entonces, ¿por qué permitimos que existan dentro de nuestras políticas de prestaciones laborales?

Las hemos visto en las políticas de prestaciones: un tiempo de espera de noventa días antes de que unx trabajadorx empiece a acumular tiempo libre retribuido para vacaciones; una espera de seis meses antes de poder tomar el permiso parental; espera de un año antes de recibir la contribución del empleador a los planes de jubilación. La cuestión es que no hay razones válidas para esas esperas y deberían suprimirse.

Del mismo modo, las limitaciones a los permisos o tener razones específicas para tomarlos son innecesarias. Las políticas son rígidas y no se ajustan a las realidades de nuestras vidas y de quienes nos importan. Es hora de actualizar estas políticas para beneficiar a todxs lxs empleadxs.

Permiso parental

Imponer un periodo de espera al permiso parental es probablemente lo más atroz que hemos visto dado el trabajo que hacemos en nuestro movimiento. Ya sabemos que las personas pueden tener embarazos inesperados. Las políticas de permiso parental se quedan cortas, puesto que no existe un mandato o un mínimo nacional, y nuestro informe del 2020 constató que nuestro movimiento tiene algunas políticas no-tan-buenas. Por lo tanto, todo eso, combinado con la ausencia de vacaciones acumuladas de unx nuevx empleadx, hace que negarle el permiso parental pagado a unx nuevx empleadx sea una política atroz. Hay que permitir que lxs empleadxs tomen el permiso parental en cualquier momento de su empleo, para que nadie tome decisiones sobre su embarazo basándose en factores limitados: como no tener acceso a un permiso retribuido.

Baja por embarazo

Más o menos del mismo modo que ocurre con el permiso parental, todxs lxs empleadxs deberían tener acceso a la baja por embarazo y ésta no debería basarse en el tiempo que lleven trabajando en la organización. Un embarazo inesperado puede ocurrirle a cualquiera. Nuestro movimiento se organiza literalmente en torno a esto. Las políticas deben permitir permisos relacionados con el embarazo: como poder tomar tiempo libre para acudir a citas médicas, citas para abortar, citas prenatales por gestación subrogada, etc. Si realmente creemos que todo el mundo merece tener acceso a la atención médica reproductiva, nuestras organizaciones deberían modelar esto con sus propias políticas.

Licencia por duelo

Una de las políticas más frustrantes es la que limita quién puede estar de luto y durante cuánto tiempo. Es común que las organizaciones indiquen qué muertes de familiares dan derecho a un permiso por duelo y limiten a lxs empleadxs a tres o cinco días de luto al año. Se trata de una política problemática por varias razones: todas las familias son diferentes y nuestras relaciones con los miembros de nuestras familias también son diversas. Limitar el duelo a miembros concretos de la familia, en lugar de permitir que lxs empleadxs identifiquen a las personas significativas para ellxs, deja fuera a la familia-elegida como fuente integral de apoyo. Del mismo modo, el luto es diferente para cada persona. Limitar el número de días que lxs empleadxs pueden disponer para el duelo significa que quizá no puedan viajar largas distancias o al extranjero para asistir a un funeral. Algunas tradiciones o comunidades religiosas tienen prácticas de mayor duración para el luto o para honrar la vida de quienes han fallecido. Tener una política de duelo abierta permite que todxs lxs empleadxs puedan satisfacer sus necesidades de luto culturales, religiosas y familiares cuando más importa.

Prestaciones de jubilación

Muchas organizaciones exigen laborar durante un periodo de tiempo establecido antes de habilitar las prestaciones y/o contribuciones a los programas de jubilación. A medida que las personas cambian de trabajo, estos periodos de espera de varios años se acumulan y significan que lxs trabajadorxs de nuestro movimiento no pueden ahorrar tanto dinero para su jubilación. Es aún más difícil para quienes cambian de trabajo a corto plazo porque participan en campañas, programas financiados con subvenciones u otros proyectos. Esto crea un desequilibrio económico para lxs trabajadorxs de nuestro movimiento a la hora de planear para la jubilación. Es necesario eliminar estas barreras y permitir a todxs lxs trabajadorxs ahorrar para la jubilación en cuanto empiecen un nuevo trabajo.

Tiempo libre pagado

La vida no se detiene sólo porque alguien empieza un nuevo trabajo. La gente necesita tiempo libre por todo tipo de razones y en todo momento de su vida, incluso inmediatamente después de empezar un nuevo trabajo. El tiempo libre pagado no es sólo para las vacaciones. Sirve para ausentarse del trabajo y afrontar la vida. Limitar la cantidad de tiempo libre que alguien puede tomarse contribuye a crear situaciones en las que se tiene que elegir entre las obligaciones familiares y el nuevo empleo. Permitir que todxs lxs empleadxs tomen el tiempo libre que necesiten les da la posibilidad de instalarse en su nuevo trabajo al mismo tiempo que abordan cuestiones personales. 

Baja por enfermedad

La gente se enferma. La enfermedad no se sincroniza con el inicio de un nuevo empleo. Lxs trabajadorxs necesitan un permiso retribuido. No limites su baja por enfermedad pagada en función de cuándo empezaron a trabajar. Trabajamos en la salud reproductiva. No debemos limitar la baja por enfermedad.